DE CÓMO DANI MARTÍN ME SACÓ DE UNA LATA DE TOMATE

Viernes 7:00 a.m horas. El día parece noche. Subo la persiana. Genial. Lluvia. Ducha,desayuno y al coche antes de las 9. Trabajo a 18 kilómetros. Se supone que ese trayecto se resuelve el 30 minutos.

« Vamos nena. Tú puedes. Anima esa cara de acelga» me digo. Y lo intento. Incluso pongo interés. Pero justo cuando voy a subir al coche veo al vecino del ático salir del garaje y me pone de mal humor porque a) no espera a que se cierre la puerta del garaje y b) ataja saliendo en dirección prohibida. « Capullo»

Recuerdo que mi coche es un Focus. Un precioso Ford Focus rojo race que acabo de terminar de pagar. No entiendo nada de coches y odio conducir. Mi amor y nuestro amigo Felipe me aconsejaron este modelo ( véase Focus. Igual pensaron que me ayudaría a enfocarme, pobritos)

Y ya empiezo a reconocer a la fauna del asfalto: el cagaprisas que me adelanta pero tiene que parar en el semáforo en rojo ( jajaja), el pichacorta o la cretina que no me deja incorporarme, el que me pita como si estuviera sorda y no hubiese puesto el intermitente « que te den».

Vamos parando. Uno tras otro. Y llegamos al túnel de la M-30. Son las 9:24, « No llego»

Intermitente. Mensaje mental al del carril izquierdo ¿ Es que no ve el intermitente?, locura absoluta cuando se quita del carril para pasar al de la derecha. ( Ahhhhh)

Respiro hondo « no llego»

Me está dando ansiedad. Después viene la taquicardia y el sudor. No me lo puedo permitir.

Se acabó. Plan B, bueno D.

Pulso el botón de Media y el de USB 2, el que conecta el Pen Drive de emergencia.

Él se ha sentado a cantar mi lado y yo me convierto de nuevo en una tipa feliz que no va conduciendo ni va a llegar tarde al trabajo ni va a preocuparse más por los conductores de los otros coches.NO.
Y¿ sabéis por qué?

Por el plan D.

Dani Martín. La mañana del viernes es su música la que me hace cantar a gritos en mi coche rojo race.

Me pregunto si Dani Martín sabrá que ha sido capaz de hacer que vuelva a respirar, a sonreír y a dejar de pensar que mi coche es una lata de tomate.

Termina “ Cero”

Comienza “ Dibujas”

Salgo del túnel.

Ya sé que no llego. Hay un accidente. Pero no voy sola.

Hay otro accidente. Puta lluvia.

Por fin tomo mi desvío 10:12.

Para entonces me la bufa todo. Ya suenan los primeros acordes de “Que se mueran de envidia"

Lo damos todo. A gritos. Total ya no llego a las 10 y ya llueve, a cantar sin miedo.

Entro en el parking del trabajo. Música a todo volumen. Me mira el vigilante. Sé que piensa que soy una macarra. Tendría que explicarle mi vida y es muy larga, incluido el plan D y cómo Dani Martín me sacó de una lata de tomate, convertido a las 10:20 en un Focus rojo race. Del enfoque ni rastro.

Oh yeah.