EXCUSAS, ATENUANTES Y EL MISTERIO DE LA LAVADORA.

Me llamo Carlota Fernández y soy una ladrona. Robo con nocturnidad, premeditación y alevosía. En mi favor eso sí, tengo como excusa y atenuante el bienestar de mí familia.

Me explico. Vivimos desde hace años en casa de mis abuelos. Es un enorme piso al que nos trasladamos cuando por una gran crisis económica, prejubilaron a mi padre que trabajaba en un banco y mi madre enfermó de fibromialgia. La convivencia con mis abuelos siempre fue divertida y muy improvisada. Mi abuelo era actor y mi abuela catedrática de lengua y literatura. Imagínate qué circo y con cuántas pistas diferentes. El uno ensayando en alto y la otra corrigiendo exámenes.El uno cantando zarzuela y la otra recitando a los clásicos.

Pero un día todo se acabó.

La diversión se fue al traste cuando el abuelo enfermó de covid y más nunca volvió. Regresó en una urna que preside el salón.

Estuve semanas muy triste. La casa silenciosa. Tres veces al día conectamos la televisión para que nos digan que todo va peor. Todo han sido caras largas, suspiros y dolor.La abuela no hablaba, mi madre empeoró y mi padre medio gruñía por todo.

Pensé que necesitaba algo para entretener y unir a mi familia.

Empecé a robar ropa. Objetos pequeños. Los tangas de mi hermana, un calcetín de mi padre, los pañuelos del cuello de mí abuela…

No sé consigue demasiado, pero algo es. Mi padre desmonta el filtro de la lavadora cada semana, mientras mi madre le da como premio un botellín de cerveza. Mi hermana compra online ropa interior nueva de Victoria Secret

— ¿En serio? ¿ Tres tangas por 50€?¿ Tienen música incluida? — protesto y se ríe.

— Está claro. Eres adoptada.

Yo me hago la ofendida y me chivo a mi padre.

— ¿ Crees que si te hubiéramos adoptado te hubiéramos elegido a tí? — dice el muy cabronazo, a lo que mi abuela responde con una colleja y nos hace reír a todos.

Concluimos la mañana en torno a la mesa, intentando resolver el misterio de la lavadora devora ropa.

Mi colchón no hablará y mañana seguirán pensando, unidos por mi delito.