LA MAGIA DEL AMOR.
Ayer hablaba con un amigo que tiene el corazón roto y muchas esperanzas de volver a ver a la mujer que le dañó y no puede olvidar.
Es frustrante.
Es injusto.
Que haya gente dispuesta a darlo todo por alguien y otros que no sepan reconocer la magia del amor.
En mis novelas románticas los personajes en principio se resisten a ser presas de un sentimiento tan profundo. Casi todos ya han sufrido la cuchillada profunda del abandono y me encanta que sean independientes, fuertes y huidizos. Intento que después de ello se hayan conocido a sí mismos y tengan la autoestima alta.Pero el amor siempre les da caza. El corazón siempre gana y, no me canso de repetirlo: lo que das es lo que te acaba llenando independientemente de ser o no correspondido.
No se trata de hacer el primo. Cuando habla el cerebro hay que escucharle. A veces no hay que dejar que estorben en medio de la puerta de entrada a nuevas ilusiones si no aporta que se aparte.Sin embargo, hay ocasiones, en las que incluso tu voz interior te dice que sigas, que vale la pena, que esa persona es tu destino y que hay una especie de energía, de sinergia y de magia que todo lo engloba y nadie, sino el que lo percibe, lo puede entender.
Mi amigo no es un personaje de mis novelas (aún). Desgraciadamente sufre y no puede hacer demasiado. Pero como ellos, no se va a rendir, luchará por la mujer que ama y si no lo logra al menos tendrá la satisfacción de haber sido llevado de la mano al país donde las almas que nacieron para coincidir, por fin se encuentran. Te dejo esta canción y este texto.Es más antigua que la tos, y me encanta.
Si te sirve de consuelo, amigo, hay gente que ni siente ni padece, esos que nunca se han querido así mismos, ni a los demás. No sé si me dan envidia o pena. Pero eso… eso es otra historia.