LUNA Y LOS FALSOS PÁJAROS HERIDOS

Victoria Fortún
2 min readFeb 14, 2021

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Desde muy pequeña Luna fue así. Se apiadaba de cualquier animal herido. Recogía pájaros caídos del nido, gatos desnutridos y tenía amigos con vidas complicadas a los que intentaba auxiliar.

Un día creció y tuvo una familia. Siguió intentando mejorar el mundo, pero ya desde un plano más práctico y en la esfera doméstica. Colaboraba en un comedor social y era socia de un refugio de animales.

Un día, cuando su vida tenía equilibrio y estabilidad, se hizo un regalo. Quería volver a escribir, algo que había dejado de hacer por falta de tiempo. Así fue como se unió a un grupo de Telegram de escritores para aprender de ellos primero y compartir sus relatos con la intención de recibir feedback.

Todo fue bien. Hasta que un pájaro herido de ese grupo le pidió auxilio. Era un tipo con ciertas limitaciones que parecía necesitar consejo y ánimos para escribir. Y ahí estaba ella. Le envió manuales, apuntes, un PDF de Anna Karenina, una de sus novelas favoritas. Además le aceptó en todas sus redes sociales.

« Pobrecito» pensaba Luna « Tiene una minusvalía que no le permite relacionarse bien. No poder andar debe de ser muy jodido»

Ella creyó que, de algún modo vendaba sus heridas. Pero estaba equivocada.

A las 7 de la mañana, cada día Él ( no merece nombre) empezaba a escribir. Luna contestaba por educación “ Buenos días”.

Así al principio. Después preguntaba a varias horas y muchas veces que qué hacía. Luego empezaron sus llamadas, que Luna no cogía.

Quiso corregir su estilo literario. Él contestaba con excusas y sin la humildad que hay que tener cuando alguien emplea tiempo en tí. Era un ególatra.

A eso ya se sucedieron episodios negros: llamadas a medianoche. Mensajes obscenos, peticiones de cibersexo.

Luna se paralizó de terror y culpabilidad.

Se sintió mal por ser así. Por afligirse por cualquier drama buscando soluciones a veces imposibles.

Pero Luna no tuvo la culpa. No todos los corazones rotos se pueden arreglar. No todas las aves aprenden a volar en el mismo tiempo y, a veces, querer ayudarlas las hace débiles o se tiranizan exigiendo espacio, tiempo y un amor que no merecen.

Luna le bloqueó de todas sus redes y, por primera vez, fue ella la que se sintió curada y libre.

Abrió su blog y escribió su experiencia dedicándose una sonrisa y un relato.

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Written by Victoria Fortún

Me gusta contarme historias y por eso las escribo. Mi cerebro bulle . Estornudo letras. Invento ficción para no morir de un cólico de realidad.

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