ME HE SOÑADO …Y MI PRIMER AMOR.
Tengo una amiga que de vez en cuando tiene sueños. Cualquiera que la oiga comentarlos diría que son muy raros. Por eso me los cuenta a mí, porque yo pierdo el Norte todo los días entre la maraña de papeles, ideas, ropa y desorden que es mi vida. Lo curioso, es que María comienza su relato onírico diciéndome: “Me he soñado…”
La pobre sueña cosas imposibles: que ofrece la paz a su exmarido, que la turbulenta situación de divorcio se va a calmar, que todo mejorará. Algo que no pasará ¿Cómo es eso de que “quien con niños se acuesta meado se levanta”?
María lleva acostándose 30 años con un individuo mezquino, egoísta, botarate y tremendamente perturbado. No hay solución ni pacto que cambie a personas así. Trato de decírselo, al tiempo que le pongo humor y acabamos la conversación con algún chascarrillo y dándonos ánimos.
Me río mucho cada vez que me dice eso de “Me he soñado…” incluso, el otro día, me retó a usar su frase aquí. Yo, que miedo a los retos no tengo demasiado ( si algo somos las locas, es osadas con nuestros temas) decidí soñarme.
Me he soñado menos sensible y no sé si me ha gustado. Por una parte, me encanta como soy, aun sintiéndome culpable por el tacto que sé que los que me quieren, tienen conmigo. He conocido gente que no siente y, la verdad de la buena, creo que no me gustan.
Me he soñado firmando ejemplares de mis novelas. En sitios pequeñitos, leyendo en alto y siendo entrevistada en la radio, en cámara no doy bien.
Me sueño, estos días, volviendo a mi rutina y dejando atrás el papel de cuidadora, que me come de tristeza.
Me he soñado tomándome todo a risa, a ser posible programando quedadas que ahora veo lejanas, pero ¿quién sabe?
Me sueño aplaudiendo en la presentación de los libros de mis amigas (Marta, Mamen, Samhaim, Mar y su libro de recetas…)
Me sueño sin mascarilla, viendo las sonrisas y regalando abrazos, soy más de abrazar fuerte, la verdad.
Total, que, cómo podéis leer, me sueño en situaciones perfectamente realizables. Llegaré. Seguro y espero compañía.
Termino mi ensoñación de hoy con la frase del primer hombre del que me enamoré en la pantalla. Mi superman.