¿PERO TÚ DE DÓNDE HAS SALIDO?

Victoria Fortún
3 min readFeb 26, 2021

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Hace muy poco, mientras estaba cuidando a mi madre en el hospital, una de las enfermeras, tras hablar conmigo unos minutos me preguntó:

¿Pero tú de dónde has salido?

Fue algo bonito y muy sorprendente que agradecí con una sonrisa mientras mi musa se remangaba enfadada para hoy inspirar este texto. Podría haber contestado lo obvio, que he salido del útero de la mujercita que descansaba en la cama con la tripa adornada por 60 grapas. Pero es algo más complejo.

La verdad es que vengo de muchos sitios diferentes. Para empezar, vengo de los columpios, dónde guardé mi turno y, alguien con más fuerza que yo se ofreció a empujarme y, claro, fue tal el golpe al salir despedida, que aún me duele el recuerdo de los raspones de mis rodillas al caer sobre la arena.Eso me llevó a aprender mi primera lección: no te fíes de nadie que quiera llevarte alto muy rápido.

Vengo de relajar mi cuerpo en el balancín de la casa de mi prima Carmen y en el de la casa de los padres de María, dónde todos, al anochecer mirábamos al cielo buscando estrellas fugaces, menos el tonto de los huevos de su marido, que localizaba por las luces rojas satélites enviados por la NASA (juro que es verdad). Llegaba a casa más silenciosa de la cuenta pero con ganas de decirle a mi amor, que su amigo de la infancia era un poco retardado y me picaba la mano de las ganas de haberle dado una colleja.

Vengo de la playa Amarilla, en mi paraíso, de llorar cerca del molino desde dónde se divisan los tejados de las casas encaladas, de despedirme entre lágrimas temiendo no poder volver al año siguiente.

Vengo de cargar mi tablet deseando seguir leyendo una de las 5 o 6 novelas románticas que consumo a la semana.

Vengo de delante del espejo de recogerme el pelo y admirar mi mechón de canas ganadas a base de herencia y malos ratos.

Vengo de aprender algo que no había logrado antes porque nunca es tarde. Mi amiga Alicia me ayuda con clases de punto, trato de meditar, me interesa empaparme de los lugares que citaré en mis novelas y de la psicología de cada persona que se cruza en mi camino, de sus sentimientos, emociones y experiencias, porque todo ello, me llena lo suficiente para crear, aunque sea parte de un personaje malvado que desaparecerá en alguna página mientras mi grupo de lectores vitorea.

Vengo y voy sin rumbo ni reglas impuestas. No soporto el inmovilismo, el “yo soy así y no puedo cambiar” la vida me ha demostrado que crecemos siempre que estamos dispuestos y de no ser así, a veces, el amor , la soledad o los golpes, pueden hacer ese ejercicio de llevarte a donde nunca creíste llegar.

Toda este sermón para disimular la diatriba que tuve ganas de soltarle a la enfermera cuando me preguntó ¿ Pero tú de dónde has salido?

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Victoria Fortún
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Written by Victoria Fortún

Me gusta contarme historias y por eso las escribo. Mi cerebro bulle . Estornudo letras. Invento ficción para no morir de un cólico de realidad.

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