SABINA NO SABÍA LO QUE ES EL AMOR

Soy muy romántica. Una moñas absoluta. Muy blandengue, aunque trato de impostar lo contrario para que no me coman terreno ni energías ciertos cuervos andantes de esta y otras galaxias.

No creo en la Navidad ni en celebrar días comerciales tipo a San Valentín. Puede que sean días necesarios para quien no sabe demostrar el cariño y el amor a los suyos. Pero no para mí. La gente a la que quiero puede atestiguar si se sienten queridos por mí, si me preocupo por ellos y si les digo cuanto los quiero y lo agradecida que estoy de que estén en mi vida porque todos y cada uno, me aportan algo.

Incluso, hay gente a la que queriéndola por la costumbre o la sangre, les sigo teniendo aprecio pero sé que no son ya parte imprescindible en mi vida o peor aún, la hacen difícil y complicada. Con ellos mi corazón mantiene constantemente una batalla dialéctica con mi cerebro.

Hoy me han mandado un texto. Son unas líneas de una canción de Sabina

Pues yo, sintiéndolo mucho no estoy de acuerdo con el gran Sabina. Creo que no sabía lo que es el amor. Rompamos por favor las cadenas que nos han hecho creer que el amor verdadero exige un sufrimiento que se arregla después con besos, flores, bombones o en la cama.

Y ya que estamos, ¿Podemos por favor romper el mito de que las mujeres nos enamoramos de los malotes y los hombres de las cabronas?

Y ¿ si el amor como los ángeles no tuviera sexo?

¿Acaso el amor hetero es más puro que el homo y huele mejor?

POR FAVOR.

¡YA BASTA!

Yo tampoco quiero catorce de febrero. Quiero 365 días de amor perfectamente imperfecto. A veces enfadarme, hablarlo, disculparme o aceptar un perdón sincero.

El amor vale la sonrisa, no la pena.

Vive por mí y no me mates ni te mueras, ni siquiera por mis huesos que están rodeados por muchas carnes.

El amor no exige dramas, aunque Lope de Vega nos lo contase. Nos engañó, mi gran escritor. Él no cumplió ni un solo precepto. Ni moral, ni religioso ni amoroso.

No a todos se nos conquista con flores. Dame una bandeja de Sushi y te abrazo.Bueno, no a cualquiera, solo a él.

Y sobre todo y ante todo, no me calentéis la oreja con bonitas palabras y musiqueja barata. YO QUIERO ACCIONES.Quiero apoyo moral en las malas y risas en las buenas. Quiero mensajes en mis días de angustia y miedo “No va a pasar nada. Saldrá todo bien. Estoy contigo…” Lo quiero y lo tengo y eso, señoras y señores es AMOR del puro y del que yo quiero para mí y para vosotros.

OS QUIERO.