SONG FOR SOMEONE.
Vivía feliz entre las personas siendo escritora de cuentos y soñando con un amor verdadero: Un afín a mi especie ancestral, uno que no necesitase ser constantemente el dominante o, a falta de ello, un humano que creyese en la fantasía. Solo había conocido a un hombre así de especial, mi mejor amigo.Pero me aterraba descubrirle mi secreto y perderle.
Mi corazón sin embargo le había elegido a él.
Nil y yo éramos amigos desde el instituto. Ni siquiera hubo un beso entre nosotros, pero juraría que nuestra relación era mágica.Estoy segura de que llegó un momento en el que pudo leer en mí que era mi mundo, la razón de mis sonrisas y también de mis noches en vela.
Nil me comprendía mejor que nadie. Leía mis cuentos antes de que se publicasen, terminaba mis frases y sin que yo lo expresase, conocía mis necesidades, ya fuera escuchar música, ir al pub a tomar cervezas o ver una película, comer pizza y patatas fritas o mucho más sencillo, uno de sus abrazos.
Poco a poco mis cuentos se fueron conociendo. Acudía a eventos que se celebraban para presentarme como autora.
Un viernes viajé a 100km de nuestra ciudad para leer algunos de mis cuentos en una librería clásica y bastante conocida.Firmé muchos ejemplares y me mezclé con los lectores sintiéndome increíblemente cómoda. Se hizo de noche.Me despedí de los organizadores y, cuando ya estaba llegando a mi coche, un tipo me atacó.
¿Qué se supone que debía hacer?¿Mirar a ambos lados?¿Dejar que ese engendro poseyera mi cuerpo?
Mi instinto animal se abrió paso y mi hocico pudo olfatear el miedo de mi atacante justo antes de caer malherido contra el asfalto. Como humana era alta y atlética, pero como loba era una fiera que se revelaba violenta ante el peligro.
Me relajé y respiré pausadamente regresé en forma humana y le vi.Nil estaba allí, de pie, inmóvil. No me habló.Era innecesario. Fue su mirada la que dibujó el abismo que nos iba a separar con una mezcla de sorpresa, decepción, terror y creo, que incluso unos gramos de repugnancia.
Han pasado tres meses ya.Nadie ha hablado de nosotros. Ya no hay de que chismorrear . Si le veo, aunque sea de lejos, me aparto.
Pero hoy no puedo ignorar el peligro. La tormenta va a empeorar y en el viento se escucha que la presa que hay junto a su casa está a punto de romperse provocando la inundación del valle.
Mañana puede que él me siga odiando.
Yo le amaré sin tenerle nunca. Pero necesito que siga vivo.
Mientras él respiré yo podré lamer las heridas que cause su rechazo.
Estoy llegando a su casa. Hay luz. Me asomo a la ventana de su cuarto.Él está tumbado en la cama.Puedo oler su perfume y escuchar como tararea:
Song for someone.
Va a ponerse furioso. Intentará espantarme.
Da igual. Primero tendrá que ponerse a salvo.