Victoria Fortún
3 min readFeb 16, 2021

UN BAILE DE CARNAVAL, UN GUERRERO y UN BARCO FANTASMA

Dedicado a los aguileños decepcionados que este año no tuvieron Carnaval.

Febrero 2022. No sé cómo me dejé convencer por mis amigas para viajar a vivir los días de Carnaval hasta el último pueblo de la costa de Murcia. Águilas. Todo me pareció impresionante: las playas,los 18 grados que disfrutamos durante esos días y, cayendo la tarde, el color, la música y los trajes llenos de fantasía de los componentes de las peñas. Fuimos testigos de una tradición curiosa: La suelta de la Mussona, que merece su propia historia. Después, los desfiles que nos hicieron bailar y deshinibirnos más tras cada vaso de cuerva ( licor a base de vino y limón que supera con creces en magia a la sangría)

Mis amigas pronto encontraron compañía y desaparecieron. Yo, mi traje de noche y mi tocado de plumas, nos quedamos intentando raptar la esencia de la madrugada, el color, la luz, los aromas a limón, a salitre y a la libertad que da, que puedas ser lo que quieras un día al año.

Me tomó de un brazo por sorpresa y nos pusimos a bailar al compás de

La lista de la compra” . Ya sabes: “ tú que eres tan guapa y tan lista…”

Era moreno. Llevaba un disfraz de guerrero brillante, y su cara y su sonrisa me impactaron, aunque algo menos que sus ojos verdes.

Un valor y liberación me dominaron hasta el punto de lanzar mis labios contra los los suyos como una ola hacia la arena.

Se ofreció a enseñarme su pueblo y le seguí: la plaza de la fuente, inundada de Galán de noche, el Castillo, desde el que se disfrutaba la brisa de dos bahías y el puerto, lleno de pequeños yates y uno enorme al que me invitó.

Miguel me contó que era el patrón de aquella nave llamada Jasmine. Se respiraba lujo en las maderas nobles, en los muebles e incluso en la vajilla que usamos para cenar algo, que Miguel llamó “improvisado”, y yo sentí como si me hubiera estado esperando desde siempre.

Fue la mejor noche de mi vida. Quién me lo iba a decir a mí, que había creado escenas parecidas en mis novelas sin vivir ninguna así.

Desperté en la playa soñando sobre la arena, al avisarme un agente de la policía local.

— Señorita, lo siento, pero en la playa no se puede dormir.

— Yo… No estaba en la
playa— traté de justificar—. Estaba durmiendo con Miguel, un joven que trabaja de patrón
en el Jasmine. — El agente miró a su compañero y se quedaron mudos unos instantes.

— No sé cómo se tomará esto. Sé de quién me habla. Miguel murió de Covid hace un año y el barco Jasmine lleva más de 10 restaurándose a 30 kilómetros de aquí. Así que, o tomó mucha cuerva o anoche bailó con un fantasma.

Febrero de 2023. Estoy preparando las maletas y dispuesta para otro baile con mi desconocido. En Carnaval los sueños se cumplen y ciertos barcos vuelven a zarpar.

Victoria Fortún
Victoria Fortún

Written by Victoria Fortún

Me gusta contarme historias y por eso las escribo. Mi cerebro bulle . Estornudo letras. Invento ficción para no morir de un cólico de realidad.

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