VIAJAR.
Los preparativos para viajar me estresan. Me agobia elegir qué llevar o dejar algo que pueda necesitar. Durante el camino me cuesta ir quietecita, mirando el paisaje. Sigo como cuando tenía 7 años preguntando:
¿Cuando llegamos?
He llegado, pero a la conclusión de que he viajado muy poco. No conozco mi país ni siquiera el continente en el que habito. Lo solucionaré.He perdido tiempo y trenes.Vendrán otros.
Me ha costado llegar a mi destino en todos los sentidos: el profesional, el sentimental y el emocional.
No he disfrutado del trayecto como debería. Lo lamento. Pero hoy sé donde estoy. Algo es algo. He hecho las maletas y he salido de mi zona de confort para transitar por el camino del aprendizaje. No estoy sola, aunque la tarea es mía.
Una voz me dice « llegará a su destino en pocos meses»
Eso ya es mucho más de lo que harán otros. Los que están muertos de miedo o felices, ignorando las posibilidades de vivir en diferentes paisajes y situaciones ¡Va por vosotros!
Maquetando, corrigiendo, compartiendo. Perdonandome y aplicando mi mantra : Pa’lante Fortún.
Ha sido un viaje lleno de curvas. Pero voy a fluir, dejarme llevar y disfrutar de las vistas. Aunque una voz de niña siga preguntando: ¿ Cuánto falta?